OSM y su nueva sala superacustica

La orquesta sinfónica de Montreal (OSM) ha operado por siempre en la sala/teatro Wilfrid-Pelletier. Sin embargo, esta sala es muy grande para una orquesta, representando un problema acústico. Por ej. La OSM tenia que practicar en el sótano del teatro, de esta manera se podían escuchar bien como estaban quedando las cosas. Por ende, la OSM (y su publico) siempre han clamado por tener su propia sala, que la dignifique.

Naturalmente los gobiernos anteriores habían prometido la construcción de esta, pero -naturalmente también- había sido retrasada por no ser una prioridad. El actual e infame primer ministro de Quebec (Jean Charest), en búsqueda de reivindicarse, tomo la batuta -literalmente- con este proyecto y se lanzo a construirla. A diferencia de otras obras, que tardan décadas en hacerse realidad, la sala fue construida en solo dos años. El pacto fue simple, la provincia le encargo el proyecto a la corporación quebecoisee SNC-Lavalin, la cual diseño, construyo y administrara la sala por 30 años. Es decir, Quebec como tal pone muy poco, y la OSM tiene al fin su sala, construida al lado de la sala Wilfrid-Pelletier, parte de lo que se conoce como quartier des espectacles (vecindario de espectáculos). El costo total del proyecto fue de unos 260 millones CAD. Razón por la cual otros gobiernos le sacaban el cuerpo.

Acústica

La idea de que una orquesta sinfónica tenga su sala, incluye que esta sala no necesite de amplificación para escucharla, es suficiente con esta en la sala en si. Para hacer esta gracia se consideraron dos factores importantes:

  1. Blindaje acústico: Que el ruido exterior no entre a la sala y dentro de esta exista casi el silencio absoluto.
  2. Acústica interna: Que el sonido producido por la sinfónica se escuche perfecto desde cualquier punto de esta.

Para lograr el punto 2, lo que se hizo fue forrar la sala entera en madera, con este se controlan las reflexiones/reverberaciones de sonido, y no son molestas ni distorsionan el sonido original. Por ende, no se necesita amplificador de ningún tipo para escuchar la sinfónica en pleno. La sala tiene sistema de amplificación que será utilizado según las necesidades, pero la idea es que para su función principal, léase OSM, no se utilice.

Para lograr el punto 1 fue mas complejo por los siguientes factores:

  • El metro pasa cerca de la sala
  • La sala se encuentra en pleno centro de la ciudad
  • La sala esta rodeada de otras salas de espectáculos

Entonces, los Ing. de SNC-Lavalin comenzaron por encofrar la estructura, es decir, la sala como tal es una caja dentro del edificio (ver maqueta en las fotos). La caja incluye soportes amortiguados para no transmitir vibraciones externas al interior.

Luego uno de los retos mas importantes es minimizar por completo el ruido del HVAC (heating & air conditioning: aire acondicionado y calefacción). Para eliminar el ruido del HVAC no se utilizaron los ductos de aire que conocemos normalmente, lo que se hizo fue diseñar las sillas como la de la foto. El hueco que ven en la silla es la salida de aire. Cada una de las sillas esta soportada de esta manera, por lo tanto el aire fluye de manera natural y silenciosa y el force es mínimo, por lo tanto mínimo ruido.

Finalmente (entre muchos otros), las tuberías de agua y otros también producen ruido. Pues bien, en ciertos puntos de la edificación se le colocaron resortes a los soportes de la tubería, de manera que la vibración de estas no sean transmitidas a la sala.

Resultado

Con semejante nivel de detalle, el resultado no puede ser mas que perfecto. Afuera de la sala puede pasar una ambulancia y adentro no se escucha. De hecho, si se esta en completo silencio dentro de esta y nadie dice nada, no se escucha paro NADA.

En números la cosa quedo así: el ruido normal en una oficina callada es de un nivel de 25, en la sala Wilfrid-Pelletier el ruido dentro de esta en silencio es de nivel 15, dentro de la nueva sala de la OSM es nivel es 1. Barbaro!

Puertas abiertas

Todo esto lo se, pues se hizo un puertas abiertas de la sala, en donde los Ing. De SNC-Lavalin explicaron todo con lujo de detalles, miles de personas asistimos a este evento, y aunque el nombre de Jean Charest ni salio por ningún lado, el podrá proclamar que en parte es su logro.

Las sala tiene una capacidad para 2100 personas, quienes rodearan a la sinfónica. Les dejo un video promocional con Kent Nagano (entre otros), director de la OSM y por supuesto, Las FOTOS.

 

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